Yo, mi, me, conmigo;

Yo, tú, él... Parece la clase de lengua, pero no, son personas, una tontería, ¿verdad?. Toda frase tiene su por qué, pues con esto pasa lo mismo.

Yo, la que esta escribiendo, digo, supongo hasta incluso llego a sospechar que algún día se me acabaran los pensamientos y ya no sabré que escribir.
Tú, que estas leyendo, no tienes ni idea de lo que hablo pero sigues leyendo en busca de respuestas.
Él, que nunca se ha fijado en ti y justo ahora se empieza a dar cuenta de todo lo que llegaste a pensar sobre él.

Todos tenemos nuestras maneras de pensar, creen que al final acabaremos pensando todos por igual, como robots, pues aquí hay una mano levantada que se impone a semejante desastre, yo quiero ser yo, tengo mis razones, mis opiniones y mis puntos de vista sobre ti, él, ella, nosotros, vosotros, ellos y ellas. No os dais cuenta de que lo que hagas tú no me tiene que porque influir, y por ejemplo, no pienso igual que tú.

Ya lo vais pillando ¿verdad?, son cosas difíciles que no encuentro otro sentido para intentar explicarme.